Este 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, no sólo se celebrara el pasaje bíblico donde el rey Herodes manda a matar a todos los recién nacidos, sino que también se harán bromas en todo el estado, pero igualmente cabe el día para reflexionar la suerte de muchos niños en la república mexicana y en el estado de Veracruz.
Lejos de protegerse a los niños, pareciera que estamos en la época de atacarlos. Los 49 niños quemados en la Guardería ABC del IMSS en Sonora todavía esperan justicia. Los que estaban detenidos por el caso ya salieron libres. Es un asunto donde tiene metida la nariz el gobierno federal, porque es evidente que concesionarios son familiares de la esposa del presidente Calderón. En verdad este crimen no tiene nombre.
Casi todo el año de este 2009, encontramos noticias en todo el estado de casos de cuentos de terror donde padres y familiares asesinan a los niños. El último caso de la madre de un niño en Papantla que lo asfixió para no "sufriera", además que no se arrepentía.La violencia cobarde en contra de menores en escuelas en donde las autoridades hasta donde pueden ocultan los hechos. No sabemos qué ganamos con que se oculte. La verdad nos llevará a combatir el mal, pero por cuestiones de política, sindicatos magisteriales y autoridades educativas, no muestran el acoso diario del que estudiantes son objeto de parte de maestros y personal administrativo.
Por otro lado el estado mexicano, que debe buscar las condiciones para garantizar la igualdad a todas las personas y puedan ejercer sus derechos en sus creencias, preferencias sexuales, etc. Lo que no se puede explicar cómo el estado ha permitido que se hable de aborto filosofando. En el Distrito Federal --según sus leyes-- un ser vivo es después de 12 semanas. Científicamente el ser humano es vivo desde la concepción.Ahora en el mismo Distrito Federal, el tema de la adopción de niños por homosexuales acaba con todas las reglas científicas y psiquiátricas donde de los niños deben desarrollarse con figuras paternas y maternas.
Aquí lo grave es que el estado, o sea el gobierno, no protege al menor que es su obligación esencial porque está desprotegido.Dicen que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo en materia de embarazo, pero lo que no tienen derecho es a decidir sobre la vida que llevan en el vientre, mismo que debe ser protegido por el estado, pero cero, parece que está de moda complacer el asesinato de niños, más que educar a la población para evitar los embarazos no deseados y mandar a los niños nacidos a vivir con personas del mismo sexo.
No se vale: respeto a las tendencias sexuales. No a la discriminación, pero tampoco en aras de dar derechos a unos grupos se lleven entre las patas a los niños. Casi nadie quiere hablar de estos temas, pero no se puede torcer la realidad y la naturaleza humana.Unos dirán que hay veces que los niños viven peor en familias tradicionales que violentan a los menores, pero no son afortunadamente la mayoría, además que los hijos se pueden tener sólo entre un hombre y una mujer. Lo anterior no tiene vuelta.Es llamativo que los legisladores del Distrito Federal se dejen llevar por los aplausos de los pocos y la moda de comunicadores nacionales, quienes no soportan ser agredidos por las minorías y estas ya voltearon la tortilla. Ahora el que no esté de acuerdo con ellos están locos, son recriminatorios, bueno hasta retrógradas.No se puede permitir a los que utilizan la violencia por hacer valer su verdad, porque a ello se les está permitiendo manifestarse. Pobre país con sus niños.
En el estado de Veracruz se ha visto la violencia infantil, matrimonios desbaratados, divorcios que traen como consecuencia principal frustración y resentimiento en los niños que son el futuro de la nación y del estado, estos niños se vuelven delincuentes como respuesta a una educación donde prevaleció el engaño y la mentira de esposos infieles y maltrato a los jovenes del futuro.
En el estado de Veracruz se ha visto la violencia infantil, matrimonios desbaratados, divorcios que traen como consecuencia principal frustración y resentimiento en los niños que son el futuro de la nación y del estado, estos niños se vuelven delincuentes como respuesta a una educación donde prevaleció el engaño y la mentira de esposos infieles y maltrato a los jovenes del futuro.