Próspero Aparicio Miranda
El ex Presidente José López Portillo en su sexenio de gobierno (1976-1982 ) prohíbe la venta de armas en el territorio nacional, cerrando cientos de armerías que mostraban en sus aparadores armas de todas marcas y calibres, desde ahí se inicia un programa de despistolizacion en toda
El presidente López Portillo en aquel tiempo no lo hizo por querer una nación pacífica, no, el jerarca institucional ejerció esa práctica por temor a que el pueblo se le rebelara y con armas en las manos lo tumbaran del poder.
Durante mas de treinta años los gobiernos en turno han mantenido esa línea y hasta la fecha no se expenden armas al público, lo que da como resultado que el fenómeno del tráfico de armas esté en su mejor momento, y quienes están haciendo (como siempre) el gran negocio son los vecinos bélicos norteamericanos, ellos siguen ofreciendo armamento muy sofisticado y moderno que opacan las armas utilizadas por las fuerzas de seguridad mexicanas, los Presidentes gringos no han prohibido en ningún momento la venta de armamento a sus connacionales a pesar que con ellas han asesinado y herido a Presidentes norteamericanos, para ellos es el negocio mas rentable que año con año les deja utilidades multimillonarias.
En ese sentido al gobierno mexicano se le fue un gran negocio de las manos por el capricho temeroso de un Ex Presidente que prefirió desarmar a una nación que enfrentar su verdadera realidad de gobernante paranoico, si el Ejercito Mexicano fabricara todo tipo de armas y se las vendiera a los gabachos entrarían millones de dolares a las finanzas de la nación.
México enfrenta en éstos momentos el gran dilema de su historia: un Presidente camorrero que utiliza a las fuerzas armadas nacionales, las bandas armadas hasta los dientes con armas provenientes de EE.UU., un pueblo desarmado y desprotegido en medio de los dos frentes de combate que lo único que le queda es correr, correr y correr.
El uso de las armas debe ser permitido, obvio, con una profunda regulación y control, no como en U.S.A. que hasta a los niños les venden armas, con una normativa bien establecida y dirigida se les debería de permitir a las familias mexicanas el derecho a ser propietarios de algún tipo de arma a elección. Es de cierto que con las armas no se juega pero con capacitación en el manejo y con actitudes muy responsables serían de alguna utilidad en los hogares mexicanos.
En aquellos años que gobernaba el loco de José López Portillo las armas se vendían a todo publico sin ninguna restricción, era como adquirir en la actualidad un juguete, no había preguntas, así era el negocio.
Se comprende que las armas serán relacionadas siempre con hechos
perniciosos y así como promueven el desorden también procuran el orden, claro que es un asunto a deliberar por su delicadeza.
¿ QUE OCURRE EN EL MUNICIPIO DE AMATLAN DE LOS REYES ?
Continúa en profundo silencio el Sr. Eduardo Rojas Camacho, le heredaron un verdadero cochinero y noo pasaaa naadaa, o qué, ¿ Todo se lo está dejando a Dios ? ¿ Que él se encargue de castigar a la pandilla feliz ?
Un alcalde tapa no le sirve a los amatecos.
Si bien es cierto que el Sr. Rojas no tiene la figura jurídica para llevar a juicio a la pandilla feliz es un vocero autorizado por el pueblo para dar a conocer las múltiples anomalías en que incurrieron los maestros del hurto y el desorden, promover ante las instituciones correspondientes la reparación del daño patrimonial e insistir que le sea devuelto al pueblo.
Ahí está Fortín de las Flores como ejemplo, el Sr. César Torrecillas está observando las anomalías encontradas, las hace públicas y eso que son gallos del mismo corral, luego, entonces, ¿ Cuál será su secreto Sr. Rojas para que le tape las inconsistencias a la pandilla feliz ? ¿ Hablaba en serio cuándo expresó que no barrería para atrás ?
Quee de cosas……en la oscuridad.
Por sus comentarios: Gracias.
Mi correo: prosspero@hotmail.com
