México, D. F., a 30 de noviembre de 2011 .- Miguel Julio Rodríguez Villafañe, miembro del Consejo Consultivo de la Fundación para la Libertad de Expresión y delegado para Argentina de la Fundalex, recibió el pasado 2 de noviembre el premio B` Nai B`Rith de Derechos Humanos 2011 como reconocimiento a la captura del criminal de guerra nazi Josef Franz Leo Schwammberger, durante su encargo como juez federal No. 1 en Córdoba en 1987 y por su constante trabajo por los derechos humanos, particularmente de libertad de expresión y el valor de la Paz.
El abogado Rodríguez Villafañe es también Presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información y de la Comunicación (AIDIC); profesor de Derecho Constitucional y de Derecho de la Información. Le ha sido otorgado el Premio “Abogacía Argentina” en tres ocasiones, en los años 1997, 2001 y 2006, por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (A.D.E.P.A.) y la Federación Argentina de Colegios de Abogados (F.A.C.A.), en reconocimiento por los trabajos publicados a favor de la comprensión de los valores de libertad, justicia, democracia, federalismo, derechos humanos y libre expresión de ideas.
Fundador y Director, desde 2002 a 2008, de la Sala de Derecho de la Información y de la Comunicación del Colegio de Abogados de Córdoba y miembro fundador e integrante de la mesa ejecutiva de la Comisión de Defensa de las Libertades de Expresión e Información de Córdoba (COMIPREN) y de Transparencia Pública de Córdoba, además de integrante del Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) y del Comité Interreligioso por la Paz (COMIPAZ).
Rodríguez Villafañe recibió de manos del representante de la Presidencia de B´nai B ´rith Argentina el Premio B´nai B´rith de Derechos Humanos 2011, para después agradecer la distinción y hablar sobre los derechos humanos; rescató la necesidad de garantizar dignidad para las personas y la libertad de expresión, entre otros derechos humanos básicos a defender.
La B´nai B´rith Internacional fue creada en 1843 en Nueva York y en 1930 instaló una filial en la República Argentina; desde entonces brega incansablemente contra todo tipo de discriminación racial y religiosa, toda forma de violencia y por la dignidad de todos los hombres del mundo y la defensa de derechos humanos como el de la libertad de expresión.
Josef Schwammberger había arribado a Buenos Aires desde Marsella, a bordo del vapor Campana, el 19 de marzo de 1949, fugado de la prisión militar aliada de Landeck-Tirol. Pronto logró obtener su cédula de identidad federal. El 22 de julio de 1955 consiguió, incluso, un certificado de "buena conducta" y aún más, en 1965 se le otorgó la nacionalidad argentina.
Sin embargo, siendo juez federal No. 1 de la Provincia de Córdoba, la mañana del 13 de noviembre de 1987, luego de arduas investigaciones Rodríguez Villafañe y varios colaboradores “nos dirigimos a la localidad de Huerta Grande donde se sospechaba que estaba escondido el criminal nazi”, contó el miembro del Consejo Consultivo de la Fundalex.
Pesaban sobre él graves imputaciones por hechos sucedidos entre 1941 y 1944. Desde 1973, Schwammberger tenía un pedido de extradición de la República Federal de Alemania, emanado de un juez de la localidad de Stuttgart a un juzgador de la Provincia de Buenos Aires, bajo la imputación de "asesinato por placer u odio por motivos raciales, sustracción de cosa mueble ajena mediante amena-zas y chantaje".
Se había desempeñado como comandante del gueto "A" de Przemsyl. También había sido jefe de custodia de los guetos de Kzwadow y Szamensol, los dos en Polonia, y del campo de trabajos forzados de Mieles. Asimismo, estuvo encargado de enviar, por tren, a muchos judíos y a otras personas al campo de exterminio de Auschwitz.
“Al llegar a la casa en la que se estimaba que estaba, ya había ordenado que se cubrieran todas las salidas. Cuando pregunté si se encontraba Josef Franz Leo Schwammberger, se me indicó que esta-ba en el primer piso. Allí, decidí subir solo. Arriba, sentado en una cama, encontré a quien se requería. El momento fue tenso y trascen-dente; tuvo un tremendo simbolismo. Lo hice identificar y, desde la ley, le di a conocer que procedía a llevarlo detenido, bajo graves cargos, por los que se lo requería para juzgarlo. Con la fuerza de los verdaderos valores democráticos y de derechos humanos, se venía a detenerlo por haber cometido crímenes contra la humanidad. Triunfaba de esa manera la civilización sobre la barbarie. Con autoridad moral y las armas de la dignidad humana se lograba capturar, de esa manera, a uno de los cinco criminales de guerra nazis más buscados del momento”, expresó Rodríguez Villafañe en un texto para La Voz del Interior de Córdoba, Argentina.
Luego de la extradición, en Alemania Josef Franz Leo Schwammberger fue juzgado y fue condenado a cadena perpetua, con prisión efectiva. Falleció en la cárcel el 3 de diciembre de 2004, con 92 años.
La Fundación para la Libertad de Expresión se adhiere al reconocimiento otorgado al abogado Miguel Julio Rodríguez Villafañe, miembro del Consejo Consultivo y Delegado de la Fundalex en Argentina.
El abogado Rodríguez Villafañe es también Presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información y de la Comunicación (AIDIC); profesor de Derecho Constitucional y de Derecho de la Información. Le ha sido otorgado el Premio “Abogacía Argentina” en tres ocasiones, en los años 1997, 2001 y 2006, por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (A.D.E.P.A.) y la Federación Argentina de Colegios de Abogados (F.A.C.A.), en reconocimiento por los trabajos publicados a favor de la comprensión de los valores de libertad, justicia, democracia, federalismo, derechos humanos y libre expresión de ideas.
Fundador y Director, desde 2002 a 2008, de la Sala de Derecho de la Información y de la Comunicación del Colegio de Abogados de Córdoba y miembro fundador e integrante de la mesa ejecutiva de la Comisión de Defensa de las Libertades de Expresión e Información de Córdoba (COMIPREN) y de Transparencia Pública de Córdoba, además de integrante del Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) y del Comité Interreligioso por la Paz (COMIPAZ).
Rodríguez Villafañe recibió de manos del representante de la Presidencia de B´nai B ´rith Argentina el Premio B´nai B´rith de Derechos Humanos 2011, para después agradecer la distinción y hablar sobre los derechos humanos; rescató la necesidad de garantizar dignidad para las personas y la libertad de expresión, entre otros derechos humanos básicos a defender.
La B´nai B´rith Internacional fue creada en 1843 en Nueva York y en 1930 instaló una filial en la República Argentina; desde entonces brega incansablemente contra todo tipo de discriminación racial y religiosa, toda forma de violencia y por la dignidad de todos los hombres del mundo y la defensa de derechos humanos como el de la libertad de expresión.
Josef Schwammberger había arribado a Buenos Aires desde Marsella, a bordo del vapor Campana, el 19 de marzo de 1949, fugado de la prisión militar aliada de Landeck-Tirol. Pronto logró obtener su cédula de identidad federal. El 22 de julio de 1955 consiguió, incluso, un certificado de "buena conducta" y aún más, en 1965 se le otorgó la nacionalidad argentina.
Sin embargo, siendo juez federal No. 1 de la Provincia de Córdoba, la mañana del 13 de noviembre de 1987, luego de arduas investigaciones Rodríguez Villafañe y varios colaboradores “nos dirigimos a la localidad de Huerta Grande donde se sospechaba que estaba escondido el criminal nazi”, contó el miembro del Consejo Consultivo de la Fundalex.
Pesaban sobre él graves imputaciones por hechos sucedidos entre 1941 y 1944. Desde 1973, Schwammberger tenía un pedido de extradición de la República Federal de Alemania, emanado de un juez de la localidad de Stuttgart a un juzgador de la Provincia de Buenos Aires, bajo la imputación de "asesinato por placer u odio por motivos raciales, sustracción de cosa mueble ajena mediante amena-zas y chantaje".
Se había desempeñado como comandante del gueto "A" de Przemsyl. También había sido jefe de custodia de los guetos de Kzwadow y Szamensol, los dos en Polonia, y del campo de trabajos forzados de Mieles. Asimismo, estuvo encargado de enviar, por tren, a muchos judíos y a otras personas al campo de exterminio de Auschwitz.
“Al llegar a la casa en la que se estimaba que estaba, ya había ordenado que se cubrieran todas las salidas. Cuando pregunté si se encontraba Josef Franz Leo Schwammberger, se me indicó que esta-ba en el primer piso. Allí, decidí subir solo. Arriba, sentado en una cama, encontré a quien se requería. El momento fue tenso y trascen-dente; tuvo un tremendo simbolismo. Lo hice identificar y, desde la ley, le di a conocer que procedía a llevarlo detenido, bajo graves cargos, por los que se lo requería para juzgarlo. Con la fuerza de los verdaderos valores democráticos y de derechos humanos, se venía a detenerlo por haber cometido crímenes contra la humanidad. Triunfaba de esa manera la civilización sobre la barbarie. Con autoridad moral y las armas de la dignidad humana se lograba capturar, de esa manera, a uno de los cinco criminales de guerra nazis más buscados del momento”, expresó Rodríguez Villafañe en un texto para La Voz del Interior de Córdoba, Argentina.
Luego de la extradición, en Alemania Josef Franz Leo Schwammberger fue juzgado y fue condenado a cadena perpetua, con prisión efectiva. Falleció en la cárcel el 3 de diciembre de 2004, con 92 años.
La Fundación para la Libertad de Expresión se adhiere al reconocimiento otorgado al abogado Miguel Julio Rodríguez Villafañe, miembro del Consejo Consultivo y Delegado de la Fundalex en Argentina.