El góber fogoso, Fidel Herrera Beltrán (FHB,) mantiene desde hace dos años un bajo perfil en la política.
Pero al mismo tiempo, está en activo, pues en política, ya se sabe, no hay hombre muerto.
Y más, como en el caso del tío de Nopaltepec, cuando formó a una generación política llamada “Los niños de la fidelidad” a quienes heredó el trono imperial de Veracruz.
Así, y por ejemplo, con alguna frecuencia ha coincidido en algunos restaurantes de la ciudad de México con uno que otro político jarocho, y ni hablar, la plática frente a un cafecito, un whiskazo, ha sido inevitable.
Y con cada uno, el discurso fidelista es el siguiente:
1) FHB está seguro, cierto, convencido, que JD ganará la elección de alcaldes y diputados locales el año entrante.
2) A cada político jarocho con quien se topa en el Distrito Federal, le pide cerrar filas alrededor de JD.
3) Con el regreso del PRI a Los Pinos, a través de Enrique Peña Nieto, el tío asegura que habrá partido tricolor en la presidencia imperial hasta dentro de 140 años más, a diferencia de cuando Gustavo Carvajal Moreno, entronizado como líder nacional del partido rojo, afirmaba que el PRI existiría 30 años más.
4) A la mitad de la plática, FHB ha asegurado a los interlocutores que en el ejercicio de la gubernatura descuidó por completo su salud para servir con intensidad a los veracruzanos.
5) De igual manera, ha mirado con optimismo el año 2013 y se visualiza en alguna comisión partidista, digamos, como delegado del CEN del PRI en una entidad federativa, que, incluso, pudiera ser hasta Veracruz.