Córdoba.- Después de 10 años de presentar un grave problema auditivo que no podía atender por la falta de recursos, el señor Julio Hernández Pérez de 78 años, recibió el beneficio a través del programa “Ayudando a Escuchar” que ofrece el DIF Estatal, que durante una semana se desarrolló en las instalaciones de sistema municipal de Córdoba.“No importa la edad, lo que importa es que nos den la oportunidad de reintegrarnos a la sociedad sin ningún problema”, dijo don Julio al recordar que en el 2000 inició con la pérdida auditiva, ocasionada por una infección en las vías respiratorias mal cuidada por la falta de tratamiento médico.
Emocionado por contar ahora con el aparato auditivo que tiene un valor comercial de 12 mil pesos, “difícil de poderlos pagar”, don Julio Hernández agradeció al gobernador Javier Duarte de Ochoa y al alcalde Francisco Portilla Bonilla, el entregarle el beneficio que le impedía comunicarse con sus seres queridos.
“No escuchar bien representa un problema para nosotras las personas de la tercera edad, pareciera que nadie nos entiende, pero ahora sé que hay personas humanas como nuestras autoridades, quienes preocupados por aquellos que no escuchamos bien, nos dan la herramienta que nos abre una nueva oportunidad al mundo”, dijo Hernández Pérez.
Crecen sin limitantes.
Con una sonrisa y atento a las indicaciones para la colocación de su aparato auditivo, Diego Simón Jiménez, empieza a escuchar con el oído derecho.
Vecino de la colonia Toxpan, el pequeño de 9 años platica que su familia se dio cuenta del problema auditivo cuando tenía cinco años, al observarlo que para escuchar tenía que girar su cabeza hacia la derecha.
“Yo escucho solamente con el oído derecho, pero me canso y me duele el cuello de estar volteando a cada rato”, dice Diego al mostrar el movimiento que continuamente tenía que hacer para atender los llamados de los integrantes de su familia y sobre todo en la escuela.
“En la escuela siempre me sentaron al frente, porque si me sentaba hasta atrás en el salón, no escuchaba a la maestra y tenía problemas para hacer mis tareas y sobre todo en los exámenes”, señaló Diego al hacer referencia que ahora su vida será distinta por el beneficio que lo otorgaron al entregarle un aparato auditivo.
Cuando ingreso Luis Román Medrano Serrano, al primer grado de primaria, se dio cuenta que algo no andaba bien en sus odios. Su familia pensaba que era un niño distraído pero la realidad es que no los escuchaba.
“Había veces que me hablaban muy despacio y no les escuchaba, no les entendía y me di cuenta, que tenía un problema en el oído izquierdo” comenta el pequeño de 12 años, quien este año concluye su primaria.
Con el ánimo de estudiar arquitectura para construir plazas comerciales, Luis muestra agradecimiento por el aparato auditivo que le donaron en la campaña “Ayudando a Escuchar”, dado que representa dejar a un lado la limitante que tenía principalmente en sus estudios y comunicación con su familia
