Xalapa, Ver., 07 de mayo de 2010.- Ante los evidentes actos de provocación y guerra sucia que el PAN ha fomentado en los últimos días, el PRI asumió mediante un desplegado diez compromisos con Veracruz para garantizar elecciones pacíficas y transparentes.
A través de un documento dirigido a los veracruzanos, los dirigentes, candidatos, precandidatos, activistas y militantes priistas se comprometieron a cumplir postulados entre los que se destaca realizar campañas políticas propositivas, no responder a la guerra sucia que los panistas han promovido y mantener un diálogo directo con los ciudadanos.
En un texto firmado por el presidente estatal del PRI, Jorge Carvallo, y la secretaria general del partido, Carla Rodríguez, los candidatos priistas expresan que es evidente que el PAN inició ataques y provocaciones: “que a todas luces tienen el propósito de desacreditar al proceso electoral que vive Veracruz, producir desencanto y temor entre la ciudadanía y, particularmente, crear un clima propicio para justificar su bajo nivel de preferencia electoral”.
El desplegado señala que la estrategia que sigue el blanquiazul es clara y tiene un único propósito: “la ruin campaña de desinformación que están operando en Internet, escudada en el anonimato y la impunidad, son algunas de las muestras de su estrategia fallida, ajena al interés público, ávida de poder y revanchismo”.
Los abanderados priistas lamentaron que de los “escándalos, calumnias y afirmaciones absurdas” se haya pasado a las agresiones físicas como la que intentaron contra el presidente municipal de Córdoba.
Tanto dirigentes como candidatos, se comprometieron a mantener las campañas y precampañas, así como actividades de proselitismo, divulgación y todo lo relacionado con el trabajo partidista dentro de los rigurosos límites de la legalidad.
Asumieron conservar una actitud mesurada y mantener durante todo el proceso electoral una actitud propositiva, basada en el diálogo y el intercambio de ideas con la ciudadanía.
Hubo también un compromiso con la prudencia y la tolerancia para no caer en las provocaciones del Partido Acción Nacional: “evitaremos caer en la trampa de las descalificaciones, agresiones y marrullerías que tratarán de enderezarnos en tanto no mejore su posicionamiento en las preferencias electorales”.
Se expresa la intención de los priistas de transmitir a la sociedad veracruzana un clima de confianza y optimismo; así apoyar la cultura cívica de los veracruzanos para impedir que se arrebate el derecho a unos comicios pacíficos, legales y transparentes.
También se apeló a la memoria histórica de “nuestro gran pueblo”, que rechaza la violencia y la represión desde el poder, y ofreció seguir difundiendo la convicción de triunfo en las próximas elecciones, que pronostica como limpio, abrumador e inobjetable: “con el apoyo de los ciudadanos, con votos en las casillas el día de las elecciones, a pesar de los fallidos intentos de siembra de rumores, miedos y rencores”.
Finalmente, ratificaron su decisión de ir para adelante: “nuestra primera meta son las esperanzas y las necesidades de los veracruzanos y de que precisamente por ello participamos de este proceso electoral, con verdadera convicción cívica”.
A través de un documento dirigido a los veracruzanos, los dirigentes, candidatos, precandidatos, activistas y militantes priistas se comprometieron a cumplir postulados entre los que se destaca realizar campañas políticas propositivas, no responder a la guerra sucia que los panistas han promovido y mantener un diálogo directo con los ciudadanos.
En un texto firmado por el presidente estatal del PRI, Jorge Carvallo, y la secretaria general del partido, Carla Rodríguez, los candidatos priistas expresan que es evidente que el PAN inició ataques y provocaciones: “que a todas luces tienen el propósito de desacreditar al proceso electoral que vive Veracruz, producir desencanto y temor entre la ciudadanía y, particularmente, crear un clima propicio para justificar su bajo nivel de preferencia electoral”.
El desplegado señala que la estrategia que sigue el blanquiazul es clara y tiene un único propósito: “la ruin campaña de desinformación que están operando en Internet, escudada en el anonimato y la impunidad, son algunas de las muestras de su estrategia fallida, ajena al interés público, ávida de poder y revanchismo”.
Los abanderados priistas lamentaron que de los “escándalos, calumnias y afirmaciones absurdas” se haya pasado a las agresiones físicas como la que intentaron contra el presidente municipal de Córdoba.
Tanto dirigentes como candidatos, se comprometieron a mantener las campañas y precampañas, así como actividades de proselitismo, divulgación y todo lo relacionado con el trabajo partidista dentro de los rigurosos límites de la legalidad.
Asumieron conservar una actitud mesurada y mantener durante todo el proceso electoral una actitud propositiva, basada en el diálogo y el intercambio de ideas con la ciudadanía.
Hubo también un compromiso con la prudencia y la tolerancia para no caer en las provocaciones del Partido Acción Nacional: “evitaremos caer en la trampa de las descalificaciones, agresiones y marrullerías que tratarán de enderezarnos en tanto no mejore su posicionamiento en las preferencias electorales”.
Se expresa la intención de los priistas de transmitir a la sociedad veracruzana un clima de confianza y optimismo; así apoyar la cultura cívica de los veracruzanos para impedir que se arrebate el derecho a unos comicios pacíficos, legales y transparentes.
También se apeló a la memoria histórica de “nuestro gran pueblo”, que rechaza la violencia y la represión desde el poder, y ofreció seguir difundiendo la convicción de triunfo en las próximas elecciones, que pronostica como limpio, abrumador e inobjetable: “con el apoyo de los ciudadanos, con votos en las casillas el día de las elecciones, a pesar de los fallidos intentos de siembra de rumores, miedos y rencores”.
Finalmente, ratificaron su decisión de ir para adelante: “nuestra primera meta son las esperanzas y las necesidades de los veracruzanos y de que precisamente por ello participamos de este proceso electoral, con verdadera convicción cívica”.