Entrevistadas las mujeres que se ven caminar por la banqueta del mercado Revolución indicaron que desde su niñez aprendieron a vivir del comercio, ganándose la vida honradamente, una de ellas menciono que tiene 3 pequeños hijos y que su única forma de poder sostenerlos es vendiendo sin estorbar a nadie ya que lo que vende es producto de temporada y lo hace caminando con las bolsas en la mano ya sea de fruta o picante.
Agrego que cuando los inspectores de comercio llegan tienen que retirarse de inmediato lo que hace que la gente no les compre para evitar enfrentamientos con estos empleados que tienen un salario fijo para llevar alimentos a sus hijos y que estos mismos como si fueran ajenos de toda necesidad que se vive en un mundo como este, les arrebatan su mercancía quitándoles lo poco que se pueden ganar cuando la situación económica esta muy difícil, les quitan el sustentos para sus hijos.Indicaron que son una aproximación de 20 mujeres que se dedican a este trabajo porque no hay empleos, molestas señalaron que existen otras personas que se dedican a negocios que dan mala imagen y las autoridades y empresarios se los consienten.
Otra joven mujer expresó, que es lo que quieren nuestras autoridades, que todas las mujeres nos vallamos a la avenida
Nosotras lo que vendemos son alimentos en menudeo, no hacemos volumen con nuestros productos y somos acosadas por los inspectores de comercio que violan nuestras garantías individuales.- Concluyeron las mujeres que se dedican a ganarse el sustento familiar vendiendo en la banqueta del mercado Revolución y frente a una gran tienda comercial que cuenta con todo para cubrir las necesidades de sus empleados y sobre todo de sus hogares.
Pues esto es Córdoba estimados lectores, una gran ciudad con autoridades represoras de quienes trabajan honradamente por ganarse el sustento familiar y como dicen las madres solteras que viven del pequeño comercio ambulante, son acosadas por las autoridades municipales que mandan a sus inspectores de comercio.
Una gran ciudad en donde sus empresarios ven con buenos ojos las carnes de mujeres que se exhiben en la vía publica y esto lo permiten tanto autoridades como empresarios como un negocio legal por lo que nadie dice nada en contra de la comercialización de placeres.
Córdoba una gran ciudad hundida en la prostitución, basura, drogas y alcoholismo, una gran ciudad que poco a poco se llena cada día de mas cantinas y mas enfermedades, esta es la tristemente celebre ciudad de los 30 caballeros, donde se ataca a la clase trabajadora y se apapacha a los vicios y adicciones por nuestras flamantes autoridades municipales y del sector salud.