Por Luis Velázquez,- 15 de febrero de 2012,- Los días y las semanas se han desdibujado, pero todavía está pendiente el desenlace del Bejeranazo jarocho, aquellos $25 milloncitos embargados por la policía federal en Toluca, destinados en efectivo, ‘’y por las prisas’’, para sufragar pendientes de la fiesta de la Candelaria (que ya pasó), del carnaval jarocho (anoche empezó) y del Tajín (en puerta).
El foco rojo, sin embargo, consiste en lo siguiente según asegura el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica: probar con hechos, simple y llanamente, la procedencia y el destino del dinero.
Y lo anterior resulta una ironía para Tomás Ruiz González, secretario de Finanzas y Planeación, quien cuando estuviera al frente del SAT en el salinato estableció los mecanismos de control hacendario para los depósitos y pagos de dinero.
Ahora, aquella hazaña del salinato se le estaría volviendo en contra, pues en caso de incapacidad para demostrar ante la Procuraduría General de la República, de Marisela Morales, el origen del billete, entonces se traduciría en un lavado de dinero, dice Ronzón Verónica.
El analista político recuerda, incluso, el sexenio de Mario Villanueva, ‘’El chueco’’, como gobernador de Quintana Roo, cuando utilizó los aviones oficiales del gobierno del estado para transportar tanto droga como dinero en efectivo, y fue por ahí donde ha terminado los días y años siguientes en el penal de alta seguridad de Almoloya, aun cuando su hijo ha dicho que pronto alcanzará la libertad.
Por eso, el caso de ‘’las maletas voladoras’’ de Veracruz constituyen ‘’una lumbre en tiempo electoral’’, cuando de por medio, como se sabe, está la posibilidad de que el PRI regrese a Los Pinos con su candidato Enrique Peña y a la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, pues como ha dicho Erick Lagos, presidente del CDE del PRI, en Veracruz ganarán de todas… todas.
Y como, incluso, ha asegurado JD en el sentido de que el triunfo de Enrique Peña pasa por Veracruz.