Por.- Luis Velázquez.- 10 de febrero de 2012,- Las siguientes son fechas históricas que pudieran aprovecharse, digamos, en un proyecto turístico denominado ‘’Veracruz, el estado ideal para soñar’’:
13 de enero, 2011. Balacera en la colonia Casa Blanca, de Xalapa, sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Resultado: diez cadáveres. La maña se ha metido en la capital política de Veracruz.
30 de julio, 2011. Explota granada en el centro de Tuxpan. Ocurre en un mercado. En el boletín se dijo que solo había explotado un transformador de la Comisión Federal de Electricidad. Por fortuna, Larissa Riquelme, la novia del Mundial y la novia de Tuxpan, ya se había ido a la ciudad de México a firmar revistas PlayBoy, donde posara desnudita… para los fanáticos.
9 de agosto. Explota otra granada en Tuxpan. Ahora, en el parque, cerca, cerquita de palacio municipal. Las malas entrañas afirman que el escopetazo fue en palacio.
14 de agosto, 2011. Explota granada en plaza Acuario, del puerto jarocho. Cinco días después del incidente en Tuxpan. Un padre de familia, turista, se tira sobre el cuerpo de su hijo para protegerlo. El hijo termina en el Hospital Regional. Por fortuna, sobrevive.
21 de septiembre, 2011. 35 cadáveres, entre ellos, mujeres, una chica de 15 años, su mamá, son tirados como desechos en el paso a desnivel de la avenida Ruiz Cortines, frente a plaza comercial Las Américas. Víspera de cumbre de procuradores de Justicia y presidentes de Tribunales Superiores de Justicia. Los encargados de administrar la justicia en el país se electrizan. Necesitan desfogarse. En la noche piden echarse un traguito en un antro, con show de mujeres encueradas. Por seguridad, les organizan (para calmar ansias) una fiestecita a la orilla de la alberca, respirando el aire del Golfo de México.
6 de octubre, 2011. 36 cuerpos, ejecutados todos, aparecen en tres casas de Boca del Río y el puerto jarocho. Muchos, tendidos en el techo de las casas para que las fuerzas armadas, sobrevolando la ciudad en helicóptero, los miren desde las alturas.
22 de septiembre, 2011. Por vez primera en el país, al más puro estilo colombiano, como sucede en las películas de Rambo, tres autobuses de pasajeros son rafagueados en la carretera Tempoal-Pánuco. Para entonces, la ciudad de Pánuco se llama Pánico. 11 cadáveres. Todos civiles. Entre ellos, dos chicas hijas de un norteamericano casado con una mexicana. Por fortuna, el gringo se aguanta y no la hace de tos.
26 de diciembre, 2011. Diez decapitados son abandonados en un carro de carga con placas de Veracruz en el puente El Moralillo, que une a Veracruz y Tamaulipas. Tres de ellos son originarios de Veracruz. De pronto, el reporte de la procuraduría de Justicia de Veracruz recula. Da marcha atrás. Y hasta la fecha se ignora el origen de los siete restantes. No obstante, una vez más se dice: en Tamaulipas los matan, pero los tiran en Veracruz. En Tamaulipas repiten lo mismo: en Veracruz los matan y los tiran en Tamaulipas.
7 de febrero, 2012. En el sur de Veracruz, las fuerzas armadas detienen a una persona. Resulta un sicario. Los lleva a Acayucan, donde descubren dos fosas clandestinas con quince cadáveres en estado avanzado de putrefacción según reporte de la secretaría de Marina. Hace un semestre, el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue ‘’Hermanos en el camino’’, de Ixtepec, Oaxaca, lo dijo: en Veracruz hay más narcofosas que en San Fernando, Tamaulipas. Hace un año, el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica ganó la exclusiva a Solalinde con la misma tesis.
8 de febrero, 2012. En Acayucan asesinan al líder obrero de la CTM; Javier Pulido Cano. Ese mismo día, en el puerto jarocho, cerca del mercado El Polvorín, aparece una mujer, de unos 30 años, hasta con el tiro de gracia. Ese mismo día, en Boca del Río, sobre la avenida Adolfo Ruiz Cortines, frente al casino ‘’Caliente’’, propiedad de Jorge Hank Rhon, seis pistoleros bajan de una camioneta y disparan y disparan contra un peatón. Ahí queda. Los peatones se angustian. Sienten que las balas pasan por su cuerpo.
9 de febrero. Cuatro cadáveres son tirados cerca, cerquita del Palacio Legislativo de Xalapa. La maña se ha metido hasta el tuétano de la capital política y académica de Veracruz.
Turistas de México, ‘’vengan a Veracruz. No se arrepentirán’’. Aquí hay balazos a cada rato. Los hermanos Almada nadarían como peces en el agua filmando sus películas memorables.
HUMILLAN A HOGARES ENLUTADOS
¿Qué pasará, pregunta el ciudadano común y sencillo, cuando los soldados y marinos y federales suspendan el programa ‘’Veracruz seguro’’ y regresen a sus cuarteles, digamos, en el mes de noviembre de 2012, cuando termine el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa?
¿Por qué Veracruz sigue convulsionado cuando semanas atrás se aseguró que ‘’los Zetas ya se habían ido’’, “que ya se habían acabado las extorsiones” y los días y las noches, de cualquier forma, siguen inundados de terror y miedo?
¿Cuáles son las razones para que soldados y marinos patrullen las ciudades como antes lo hacían los policías estatales y municipales, ahora bajo el mando único (ya sabe usted por qué) y en el sur de Veracruz, las fuerzas armadas detengan a dos sicarios, al parecer, ligados al crimen masivo de migrantes en San Fernando, Tamaulipas?
¿Qué será de las familias de Veracruz cuando de norte a sur existen hogares rezando todos los días por el regreso de sus hijos, porque el corazón les dice que están vivos, no obstante que han transcurrido uno, dos, tres, cuatro, cinco meses, etcétera, de haber sido levantados?
Por favor, retiren el eslogan de ‘’Veracruz, un estado ideal para soñar’’. Nadie se los cree, señores. Ni siquiera, vaya, los mismos priistas.
Además, ¿para quién ‘’estado ideal’’ cuando de norte a sur existen cientos de hogares enlutados, y a quienes de algún modo se humilla con el eslogan turístico?
POSDATA: Se recuerda hoy, luego de las narcofosas de Acayucan, a Gabriel Manuel Fonseca, reportero de 20 años, desaparecido en Acayucan el 17 de septiembre.