Por Renato Consuegra
/ *...México, D. F., a 7 de enero de
2013
Que Vicente Fox Quesada se fuera
del PAN a simple vista pareciera una gran pérdida para ese partido. Un ex
diputado federal, ex gobernador y ex presidente de la República fuera del
organismo que lo llevó a ocupar tales cargos, en otro instituto político podría
considerarse casi como tragedia. Pero Vicente Fox y un grupo cercano a él ya se
estaba yendo, si acaso estuvieron en Acción Nacional alguna vez.
Patricio
Patrón Laviada, Héctor Ortiz Ortiz, Francisco Barrio Terrazas, Fernando Canales
Clariond, Sergio Estrada Cajigal, Alberto Cárdenas, Ignacio Loyola, el propio
Carlos Medina Plascencia y Manuel Espino, todos ellos llegaron al PAN
auspiciados por Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza, quienes
abrieron la puerta a empresarios que deseaban también tener su cuota de poder y
aprovechar lo poco que en el erario y los bienes nacionales dejaron las
administraciones de Luis Echeverría, pero sobre todo José López
Portillo.
Con ellos llegaron también Manuel de Jesús Clouthier y Ernesto
Ruffo Appel y otros más que ya no estaban para la re afiliación como Manuel
Clouthier, su hermana Tatiana —por cierto, esposa del ex secretario de la
Sedesol Heriberto Félix Guerra—; Gerardo Buganza Salmerón, ex candidato a
gobernador de Veracruz y hoy Secretario del gobierno priista de aquel estado;
Ana Rosa Payán Cervera, ex alcaldesa de Mérida y ex directora nacional del DIF;
Silvia López Escoffie, ex diputada federal y ex candidata a presidenta municipal
de Mérida; Luis Aldana Burgos, ex diputado federal.
Tampoco debieron
pasar a refrendar su pertenencia Fernando Gómez Mont, ex secretario de
Gobernación de Felipe Calderón e hijo de un ex fundador del PAN; Fernando
Canales Stelzer, hijo del ex gobernador de Nuevo León Fernando Canales Clariond;
Mauricio Sada Santos, ex-coordinador de la bancada panista en el Congreso local
de Nuevo León y muchos otros más que llegaron después, chambistas los llamó
Gustavo Madero hace algunos días, cuyos nombres poco dicen pero que suman como
el de Lía Limón, hija de Miguel Limón Rojas, ex secretario de Educación con
Ernesto Zedillo.
Llegaron muchos otros más al PAN, con claro linaje
priista. Ahí están Estrada Cajigal o Rafael Moreno Valle, cuyos antepasados
fueron gobernadores de sus estados o Mario López Valdéz, sumado por capricho del
grupo priista al que pertenece o Diódoro Carrasco, ex Mandatario en el estado de
Oaxaca. El caso de Héctor Ortiz en Tlaxcala fue otro. Cercano, cercanísimo a
Beatriz Paredes Rangel, gobernó para devolver el poder al PRI. Veremos si los
que aún están, se sostienen como azules o hasta qué coyuntura
aguantan.
Por esto fue muy significativa la declaración del presidente
nacional del PAN, Gustavo Madero, cuando en días pasados cuando estaba para
finalizar la re afiliación al partido, aceptó que podrían perder al 50% de sus
militantes. Y una parte la plasmó así: "Cuando éramos gobierno federal buscaban
una chambita. Ahora les puedo adelantar que vamos a perder más de la
mitad".
Así como la mayoría de estos personajes llegaron al PAN cuando
era necesario que el PRI perdiera el poder, ahora que el Revolucionario
Institucional lo ha recuperado, su presencia en el albiazul ya no es necesaria y
muchos tendrán trabajo en el gobierno federal o en el nuevo partido de Manuel
Espino, donde aparecerá la gran mayoría.
No fue gratuito, entonces, que
Vicente Fox llamara en tres ocasiones a votar por Enrique Peña Nieto y
propusiera “cerrar filas” en torno al hoy mandatario a fin de “alcanzar la
unidad”. Seguramente olvidó decir que la unidad del grupo de poder al que
pertenece.