La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan un malestar significativo o deterioro en las relaciones familiares, sociales, laborales o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
Los síntomas de ansiedad en el Trastorno de Ansiedad Generalizada son constantes a diferencia de lo que ocurre en el Trastorno de Pánico donde la ansiedad-pánico aparece en forma paroxística tomando la forma de una Crisis de Pánico. La Crisis de Pánico no suele durar más de 30 minutos pero deja a quien la padece con mucho temor a presentar una nueva crisis. Este "miedo al miedo" se lo denomina "Ansiedad Anticipatoria" y puede confundírselo con un Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Es importante además descartar que los síntomas de ansiedad no sean debidos a la ingesta de algún tipo de sustancia ansiogénica: cafeína, anfetaminas o a una enfermedad médica (hipertiroidismo por ej.). Existen muchas causas que pueden provocar ansiedad en forma secundaria. Asimismo los Trastornos Depresivos se asocian con mucha frecuencia a la ansiedad. Es muy importante realizar un correcto "Diagnóstico Diferencial" para poder arribar a un diagnóstico acertado de lo que le ocurre a quien se encuentra padeciendo un cuadro de ansiedad. La principal causa de fracaso terapéutico es la falta de diagnóstico o un diagnóstico errado.
Es importante además descartar que los síntomas de ansiedad no sean debidos a la ingesta de algún tipo de sustancia ansiogénica: cafeína, anfetaminas o a una enfermedad médica (hipertiroidismo por ej.). Existen muchas causas que pueden provocar ansiedad en forma secundaria. Asimismo los Trastornos Depresivos se asocian con mucha frecuencia a la ansiedad. Es muy importante realizar un correcto "Diagnóstico Diferencial" para poder arribar a un diagnóstico acertado de lo que le ocurre a quien se encuentra padeciendo un cuadro de ansiedad. La principal causa de fracaso terapéutico es la falta de diagnóstico o un diagnóstico errado.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es mucho más de lo que una persona normal con ansiedad experimenta en su vida diaria. Son preocupación y tensión crónicas aún cuando nada parece provocarlas. El padecer este trastorno significa anticipar siempre un desastre, frecuentemente preocupándose excesivamente por la salud, el dinero, la familia o el trabajo. Sin embargo, a veces, la raíz de la preocupación es difícil de localizar. El simple hecho de pensar en afrontar el día puede provocar ansiedad.
Miedo intenso a morir o a estar sufriendo un ataque cardíaco o alguna enfermedad física grave que ponga en riesgo la vida
Miedo intenso a volverse loco o a perder el control de si mismo
Palpitaciones (percepción del latido cardíaco) o pulsaciones aceleradas (taquicardia)
Sudoración
Palidez
Temblores o sacudidas musculares
Sensación de ahogo o falta de aire
Miedo intenso a morir o a estar sufriendo un ataque cardíaco o alguna enfermedad física grave que ponga en riesgo la vida
Miedo intenso a volverse loco o a perder el control de si mismo
Palpitaciones (percepción del latido cardíaco) o pulsaciones aceleradas (taquicardia)
Sudoración
Palidez
Temblores o sacudidas musculares
Sensación de ahogo o falta de aire
Opresión en la garganta (sensación de no poder respirar) o en el pecho
Náuseas, vómitos o molestias y dolores abdominales
Inestabilidad, mareos o desmayos
Sensación de irrealidad (sentir al mundo externo como algo extraño)
Sensación de no ser uno mismo (despersonalización)
Hormigueos (parestesias)
Náuseas, vómitos o molestias y dolores abdominales
Inestabilidad, mareos o desmayos
Sensación de irrealidad (sentir al mundo externo como algo extraño)
Sensación de no ser uno mismo (despersonalización)
Hormigueos (parestesias)
-Cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión artierial alta, accesos de calor.
-Respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión toráxica.
-Gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia, molestias digestivas.
-Genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia.
-Neuromusculares: tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva.
-Neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos.
-Respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión toráxica.
-Gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia, molestias digestivas.
-Genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia.
-Neuromusculares: tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva.
-Neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos.